A menudo, y sobretodo en profesiones vinculadas a la creatividad, el estado mental del trabajador es un factor determinante en la productividad. De poco nos servirá permanecer 8 horas seguidas sentado en una silla trabajando sin parar, si estamos arrastrando un cansancio o bloqueo mental. No podrás avanzar por más que lo intentes.

Yo siempre que puedo trato de hacer pausas para despejar mi mente, y dicho sea de paso, también para proporcionar descanso a mis ojos.

Si acostumbras a mantener tu mente relajada te verás capaz de completar el mismo trabajo en la mitad de tiempo y, por supuesto, con mucho menos esfuerzo.

Estas son algunas de las maneras que yo utilizo para despejar mi mente:

1. Cambia de escenario.

Muchas veces el bloqueo mental que podamos estar sufriendo irá asociado a nuestro lugar de trabajo habitual. ¡Sal de la cueva! y cámbiate de sitio, aunque sea dedica unos minutos a mirar por una ventana. Quedarte quieto te adormecerá, y además suele ir acompañado de un sentimiento de tristeza que pa’ qué.

Si en ese momento la situación te lo permite, date un paseo o una vuelta en bici. Yo soy Miss paseos. Me doy un paseíllo y luego vuelvo para terminar la tarea.

2. Realiza ejercicio.

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Ya sabes, mens sana in corpore sano. La actividad física no sólo ayuda a tu mente, sino también a tu cuerpo. Te hará sentir bien y dormirás mejor que un oso hibernando. Cabe decir, además, que a los que pasamos muchas horas delante de un ordenador no nos viene nada mal perder algunas calorías extra 🙂

A mí me gusta correr por las mañanas antes de ponerme a trabajar. Lo hago unas 4 veces en semana, y cuando la fuerza de voluntad me dé para un poco más me gustaría ampliarlo a 5.

3. Limpia y ordena tu lugar de trabajo. 

Esto puede parecer una tontería, pero al menos en mi caso tiene bastante importancia. Siento que trabajar en una mesa o en una habitación muy desordenada minimiza mi eficiencia. Si estoy bloqueada y miro a mi alrededor y sólo veo caos (en ocasiones mi sitio de trabajo se desordena él solito 🙁 ), prefiero hacer una pausa y tratar de poner un poco de orden.

Si te ocurre lo mismo, que tu escritorio se desordena solo y que te molesta trabajar en un ambiente así, trata de buscar el minimalismo reubicando objetos innecesarios.

4. Visualiza imágenes o pensamientos positivos.

Esto tiene que ver con el desarrollo de una mente positiva. Intenta relajarte y visualiza situaciones o  recuerdos positivos. Aunque parezca una tontería es simplemente una técnica de relajación. Te ayudará a liberar el estrés y a terminar con cualquier estado de negatividad. 

Con la práctica, la calidad de las situaciones que imaginemos serán mejor, así como la relajación que obtengamos de ellas.

5. Lee algo que te motive.

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Desconecta un ratito y ponte a leer. Ya sea un libro, una revista o un blog. Leer algo que te inspire y motive no sólo te hará desconectar de aquello que se te estaba atragantando hace unos minutos, sino que además provocará en tí una actitud positiva. Justo lo que necesitas en un momento de bloqueo. 

6. Madruga.

No me extraña que varios estudios afirmen que madrugar es fundamental en el éxito (tanto personal como profesional). Desde luego no me podría imaginar al CEO de una gran compañía levantándose tarde.

Levántate a una hora prudencial y con la mente fresca aprovecha la tranquilidad y el silencio. Seguramente sea el momento del día con menor probabilidad de ser interrumpido.

Hace varios años solía ser una persona “nocturna” pero con el tiempo esto se invirtió completamente. Ahora me gusta levantarme pronto, hacer ejercicio si toca, desayunar con calma y planear mi día. Desde entonces mi productividad ha aumentado considerablemente.

“Pierde una hora por la mañana y la estarás buscando todo el día”

― Richard Whately

7. Habla con alguien.

El ser humano es un ser social, y por tanto necesita de la comunicación con otros. Intenta darte un respiro, quedar con alguien para tomar un café o haz una llamada telefónica corta si no dispones de mucho tiempo. Socializar te ayudará a mejorar tu salud mental.

Olvídate de las redes sociales, ¡que te estoy viendo venir!.

8. Ríe un poco.

Una actitud positiva es fundamental, y unas risas le introducen a uno en un estado de ánimo excepcional. Así que descansa y busca algo que te haga reír, o mejor aún, ríete porque sí. Verás lo efectivo que resulta (para esto último es preferible no compartir espacio de trabajo con más personas o darás mucho miedito).

9. Escucha música.

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A veces realizo determinadas tareas que me permiten escuchar música a su vez. Pero la mayor parte de las veces no es así. Si necesito estar concentrada prefiero prescindir de sonidos que me distraigan. Sin embargo, y además desde siempre, soy muy dada a hacer descansos para escuchar música. Siempre me ha resultado muy efectivo, y he retomado el trabajo con las pilas cargadas. Es lo que acabo de hacer ahora y gracias a ello creo que voy a terminar de escribir este post ¡jeje!.

Así que baila, salta, canta (en mi caso, desafina) o escucha música como si no hubiera mañana por un rato (¡tampoco te vayas a estar escuchando discografías enteras!) y retoma tu tarea. Como si no hubiese pasao ná.

10. Date una ducha… fría.

Tampoco tiene porqué ser del todo fría. Empieza con agua caliente y dedica el último minuto al agua fría. Hará que te despejes, que aumente tu energía y que mejore tu circulación, además se dice que alivia la depresión.

Yo suelo hacer trampa y reemplazarlo por un baño caliente antes de ir a dormir. No tiene el mismo fin pero en ambos hay agua implicada ¿no? 🙂

¿Y tú? ¿tienes alguna otra manera de despejar tu mente?

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